De entrada, hay que reconocer que en cada una de las seis civilizaciones con origen autónomo que han dado forma al mundo que hoy conocemos, ha habido gustos y tradiciones, que les dan identidad y que a su vez las diferencian. Parte central de toda civilización, no solo es la forma en que se alimentan, sino lo que acompaña a esta alimentación, sus bebidas y excitantes. Una de esas seis civilizaciones fue la que se estableció en el Cem Anáhuac.
La palabra mezcal proviene del termino mexcalli, mismo con el que los pueblos anahuacas nombraban a la piña cocida del maguey. De los códices anahuacas que se conservaron, en especial el Tonalmatl Náhuatl, conocido también como tira de la peregrinación azteca, puede inferirse que el mismo nombre de México tiene una relación directa con el maguey. En este códice se narra la historia de la nación Mexica que inicia en el año 1116 de nuestra era su éxodo de Aztlán (lugar de garzas), localizado en la isla de Mexcaltitlán (entre mezcales), como parte de la federación de Chimalhuacán.
Una de las ocho tribus nahuatlacas, la de los aztecas, por orden de su dios Huitzilopochtli debió separarse y cambiar su nombre para llamarse Mexica, que significa los que se alimentan de Mexcalli, en honor de su dios Mextli, que a su vez significa Ombligo de Maguey; del náhuatl Metl: maguey, y Xictli: ombligo o quiote. Los aztecas realizaron una larga peregrinación para ir en busca de un lugar señalado por un águila posada en un nopal devorando una serpiente como el signo de los dioses para tomar asiento definitivo, encontrándolo en 1325 para fundar así la gran ciudad de México-Tenochtitlán, que en sentido figurado significa: En casa de Tenoch donde vive el dios de los magueyes, Mextli.